sábado, 28 de septiembre de 2013

Tras el comienzo de curso, los primeros exámenes...¿qué hago?

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a estudiar?

     Casi ha pasado Septiembre, el mes de la vuelta al cole y de la evaluación inicial, un mes igual de duro tanto para maestros como para padres y alumnos en sus distintas funciones para que el comienzo de curso sea lo más exitoso posible. Tras pasar este mes de agobios y preparativos nos relajamos un poco porque parece que la batalla del comienzo de las clases se ha superado, pero...¿debemos de relajarnos?

       Octubre es un mes igual de importante que Septiembre,  incluso puedo decir que más no porque se permanezca en el colegio una hora sino porque es en este mes cuando se da comienzo al verdadero curso: asentamiento de rutinas, primeras reuniones y tutorías, deberes, finalización de los primeros temas y, por tanto, los primeros y temibles EXÁMENES...esos que tanto los niños como los padres han esperado durante todo el verano... (ironía XD). Hago uso de este sarcasmo porque muchas veces es más el significado que se le da a lo que de verdad es.
      Es verdad que a todos cuando eramos pequeños la simple palabra "examen" nos sentaba fatal, temíamos que nuestra maestra dijese esa palabra e incluso sabíamos más o menos cuando la iba a decir, ya que las últimas páginas del tema relacionadas con el repaso de la unidad nos daban la pista. También es verdad, que la mayoría nos dejábamos el estudio para prácticamente el último día, ya fuera porque teníamos otras cosas más importantes que hacer o porque se nos olvidaba.

     Puedo sacar en conclusión de esta reflexión que a la gran mayoría de los niños NO les gusta estudiar, las razones son infinitas, pero una de ellas pienso que es porque no saben cómo estudiar, por lo que necesitan, en sus primeros años y a lo largo de su escolarización, el apoyo y  la ayuda de los adultos.

    
   Los padres tienen un papel fundamental en esta tarea. No pueden dejar esa responsabilidad sólo a los maestros, sobre todo, porque también es su obligación como padres el preocuparse y atender a las necesidades académicas de sus hijos. También es importante que los padres no se agobien ante este hábito en sus hijos; primero porque ese agobio se lo van a contagiar al menor y segundo porque no serán capaces de ayudarlo positivamente. Así que tranquilos, todos podéis ayudar a vuestros hijos, tenéis capacidad de sobra para dicha tarea, sólo es recomendable tener en cuenta las siguientes pautas:




        - Factores internos: nivel de atención, nivel de motivación, autoconcepto... Podemos incrementar su nivel de atención por medio de juegos sencillos y conocidos por el niño y que además le resulte motivador, proporcionarles pautas de memorización y aportarles alicientes que aumente su interés de cara al estudio. Es imprescindible que cuando estemos con el niño que confiemos en sus posibilidades y les transmitamos nuestra creencia de que son capaces de hacer aquello que se propongan. Por ello, hay que prestar atención al "lenguaje negativo" tanto por nuestro parte ("te lo he repetido muchas veces y no te enteras") como por la suya ("soy tonto, voy a suspender").
     - Factores ambientales. Hace referencia, como todos sabemos, al lugar de estudio y sus características: lugar tranquilo, silencioso y ordenado, con buena iluminación (preferiblemente luz natural), sala de estudios bien ventilada y la posición de la mesa y la silla adecuada para no producir dolores de espalda. 
        - Hábitos de estudio. También sabemos que toda actividad que se repite en el tiempo da lugar a un hábito, por lo que es necesario hacer del estudio un hábito en el día a día del niño tanto en el colegio como en casa. Respecto en el hogar, se recomienda que el niño tenga un horario fijo para sus deberes y estudios dejando siempre un tiempo para el juego y el tiempo en familia. 
        - Técnicas de estudio. Son aquellas estrategias que usamos a la hora de estudiar. Las más efectivas y recomendables son aquellas en las que el niño es partícipe de su aprendizaje. En los niños mayores tienen que marcarse las siguientes pautas: exploración, lectura, esquematizar, subrayar, resumir, retener y repasar. 

      A parte, como padres es significativo que solicite tutoría con los distintos maestros de su hijo para darse a conocer e interesarse en los distintos aspectos académicos, sociales, conductuales... También, apoye los esfuerzos académicos de su hijo, es decir, supervisar las tareas, ayudarlo a preparar los exámenes, buscar ayuda a alguien para que ayude a su hijo ante diversas dificultades...al igual que fomentar el aprendizaje en casa demostrando una actitud positiva hacia su aprendizaje, revisando el uso de la televisión, Internet, los videojuegos...,fomentando el hábito lector y el uso de la biblioteca, ayudarlo a desarrollar hábitos de trabajo autónomo por medio de la responsabilidad, la independencia y el aprendizaje activo.

    No se trata de una tarea imposible, ni mucho menos difícil...simplemente requiere de esfuerzo y constancia. Los niños necesitan a sus padres para un aprendizaje correcto. Entiendo que puede haber momentos de nervios, de no saber que hacer e incluso de dejarlo un poco de lado y en manos de terceras personas, pero os animo a esta tarea como padres, ya que tanto vosotros como vuestros hijos saldréis muy enriquecidos de esta experiencia, ambos aprenderéis en varios aspectos como a conoceros mejor  y fomentar hábitos de convivencia en casa.

MUCHA SUERTE Y ÁNIMO!!

     Os dejo con este monólogo de Joaquín Reyes en el que cuenta sus experiencias en el colegio; un toque de humor siempre viene bien!! ;)



Hasta pronto!!